Los une un profundo deseo de sentirme querido por mí mismo. Son hijos que me han dado felicidad, pero que no borran la oscuridad que, de a poco, se vuelve insignificante al lado de la alegría y la compañía que han traído a mi vida en forma de lectores y amigos. Y también los une una clara visión del aporte de mi entorno, de mi familia, conociendo sus debilidades y apreciando más todo lo bueno que he recibido de ellos.
Sobre "Textos imprescindibles":
Tardé siete años en acumular los textos de este libro, aunque tomada la decisión de publicarlos, tardé dos meses en armar un conjunto de textos con mucho potencial. Es una incursión valiente, sin experiencia, pero con mucha ilusión por revelar ese mundo interior que había sido mostrado a un círculo muy pequeño de lectores, en los que la familia no estuvo incluida, pero que me alimentó de otras formas de las que no me puedo olvidar. Un escritor famoso dijo que solo había escrito un libro en su vida y que siguió reescribiéndolo el resto de su vida; así me siento con Textos imprescindibles.
Sobre "Anexos":
Tras dos años desde la publicación de Textos imprescindibles, me quedaron textos sueltos y nuevos que simplemente buscaron la forma de materializarse. Al recibir la beca del Ministerio de Cultura de Costa Rica, armé un conjunto que mezcla un humor particular y un aire poético que recorre todo el libro. Es de menor extensión, pero de una madurez en el proceso, enriquecida con los procesos de los libros editados de escritores amigos. Anexos es el paso necesario para llegar a libros de una madurez muy superior, que siendo en muchos aspectos reescritura, se transforma en algo terminado como lo es Cartografía del desaliento. Además, me ha dado una lección con el poder de las palabras y me ha permitido conectarme con personas increíbles.
Sobre "Cartografía del desaliento":
Es la seguridad de estar dando forma conscientemente a una obra completa y compleja, de pulir sin matar los textos ya escritos y trabajar en textos nuevos muy fuertes. Si alguna vez estuve seguro de haber hecho lo que quería hacer, fue cuando este libro salió a las manos de personas que yo sé que van a apreciar ese trabajo. Muchas veces se malinterpreta como falta de creaciones nuevas, cuando la reescritura es una forma de amar lo que se era y decirle al oído al que fui: "Gracias por haber recorrido ese trayecto hasta aquí, ahora me toca a mí darle el final que se merece ese esfuerzo y pasión por lo que se hace".